Miguel Romero y su madre

A mis amigas y amigos:

Ante todo, gracias por consultar estas páginas, hechas desde la seriedad y la honestidad, donde intento reflejar casi toda una vida, intensa, afortunada, decidida, convulsa en el devenir de mi ajetreada existencia y, especialmente, comprometida conmigo mismo, por lo que representa ese paso de la vida sencilla de un ser vulgar y los avatares que me han condicionado en los innumerables caminos vocaciones a los que he llegado. Docencia, gestión cultural, pintura, investigación histórica y espectro vital, han sido las premisas de mi caminar constante.

Pido disculpas, si alguien ve en estas páginas, esa “falsa modestia” que hace engreídos a los vulgares, solamente he procurado facilitar a lectores e interesados, los resortes informativos de acceso que deseen o que les sirvan para su aprovechamiento personal.

Creo en la lectura, en la creación literaria, en la bondad del ser humano, en la historia como investigación y recreación de futuro y, sobre todo, en la amistad, como los cenáculos que nos lleven a la felicidad, -así lo entiendo yo-, en base a un sentimiento personal que nos sirva de nexo vital.

En algún caso, aquellos libros que he publicado y cuyo interés –una vez agotados- se ha demandado, están colgados en la web para poder, libremente, ser utilizados por los interesados, manteniendo siempre los derechos de autoría que así me corresponden.

Un saludo cordial,
Miguel Romero Sáiz

Miguel Romero Sáiz